El cine mexicano puede presumir actualmente de haber dado grandísimos directores y actores de auténtico lujo a una industria que cada año se supera. Es complicado encontrar a un país que haya dado al mundo tres directores que consigan de forma consecutiva el Oscar con sus películas sin ser estadounidenses. Del Toro, González Iñárritu y Cuarón son la punta de lanza de un país en el que todos comenzaron a desarrollar sus respectivas carreras, antes de dar el salto a Hollywood. Algunos han mantenido también sus propias formas de entender el cine, tan apegadas a su país natal, como se muestra incluso en Roma, la película que le valió el Oscar a Cuarón en la pasada edición de los premios de la Academia del Cine. Es el punto el que está el cine mexicano, pero también es importante saber de donde viene…
Y es que México tiene una tradición muy honrosa en cuanto a la producción de películas, seguramente por la influencia norteamericana y por ser uno de los países donde más cine se ha visto desde siempre. Son muchas las destacadas estrellas mexicanas que han aparecido en diferentes películas, a lo largo de estas décadas, pero si hemos de quedarnos con una sola persona que represente como ninguna otra el cine mexicano, seguro que la primera figura que se nos viene a la mente es la delgada silueta de Mario Moreno, alias Cantinflas, un auténtico héroe nacional que no solo es el actor mexicano más conocido de todos los tiempos, sino que además ayudó en mucho a levantar la floreciente industria cinematográfica de su país ya en su época.
¿De dónde es Cantinflas?
Mario Moreno nació en la capital del país, Ciudad de México, en el año 1911, en una familia numerosa con otros siete hermanos. Mario comenzó desde pequeño a buscarse la vida en trabajos como aprendiz de zapatero o limpiabotas. Tras ingresar en el ejército con solo 16 años, mintiendo con la edad, comenzó a participar en actuaciones en el circo, ya que era un gran comediante. Aquello le hizo conseguir la suficiente fama para llegar al teatro, y desde ahí empezó a hacer películas, a finales de la década de los 30, donde llamó también pronto la atención por sus personajes alegres, divertidos, fue el despegue de una carrera que tendría mucho por delante en las siguientes décadas, consiguiendo vivir de la actuación durante toda su vida.
Películas de Cantinflas
Su irrupción en el séptimo arte tuvo lugar con el filme No te Engañes, Corazón, del año 1936, al que siguieron otros como Águila o Sol y El Signo de la Muerte, donde aparece por primera vez como Cantinflas. Ya con ese sobrenombre rodó numerosas películas en la década de los 40, como Cantinflas y su prima, El Gendarme Desconocido o Los Tres Mosqueteros. Un Día Con el Diablo o ¡Soy un Profugo! Su producción cinematográfica se desarrolló principalmente en México, aunque también participó en algunas producciones estadounidenses como La Vuelta Al Mundo en 80 Días, por la que ganó el Globo de Oro al mejor actor secundario de Comedia. Pese a ese éxito, Mario Moreno decidió quedarse en su país rodando películas que siempre lograban ser muy exitosas.
El impacto de sus papeles en el cine mexicano fue tremendo y prueba de ello es entender que vivió toda la época dorada del séptimo arte en su país. Con películas como El Supersabio, Si Yo Fuera Diputado o El Padrecito le convirtieron en una auténtica estrella no solo en México, sino en toda Latinoamérica y también en España. En la coproducción hispanomexicana Don Quijote Cabalga de Nuevo, Cantinflas realizaba el papel de Sancho Panza, eterno compañero de andanzas del caballero de la triste figura. Su última aparición en la gran pantalla fue con la película El Barrendero, en 1982, completando una carrera que se extendió a lo largo de casi 50 años y convertido ya en un mito del cine latinoamericano.
Cuándo y cómo murió Cantinflas
Tras llevarse toda la vida trabajando y haciendo reír al mundo entero, Cantinflas se retiró de la actuación en 1982, ya con 71 años y aquejado de diferentes dolencias. Todavía tendría oportunidad de aportar su voz a la serie animada Cantinflas y sus amigos, que fue realmente su último proyecto audiovisual, aunque ya sin aparecer en él. Su muerte tuvo lugar en el año 1993, cuando contaba 82 años de edad, y acabó falleciendo a causa de un infarto, el 20 de abril de ese año, rodeado de amigos y familiares, aunque sin su esposa, Valentina Ivanova, que murió casi tres décadas antes. Durante sus últimos años, ya alejado de la actuación, Cantinflas se dedicó por entero a la caridad, ofreciendo su ayuda a los más desfavorecidos.
Tras su muerte, el gobierno mexicano decretó tres días de luto oficial, y los fatos de su funeral fueron largamente comentados en todo el mundo. Tres días en los que multitud de compatriotas le lloraron en la propia Ciudad de México y en muchos otros lugares del mundo. Incluso el Congreso de Estados unidos guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria del actor, que había conseguido una gran fama en el país norteamericano, a pesar de que muchas de sus películas ni siquiera llegaban a proyectarse allí. En 2011, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, se llevaron a cabo todo tipo de homenajes en México y en otras partes del mundo, para revivir su memoria.
Cantinflas, la película
Durante largo tiempo se estuvo especulando sobre la posibilidad de llevar la vida de Cantinflas a la gran pantalla, hasta que finalmente, en el año 2014, el director Sebastián del Amo llevó a cabo el proyecto con una película biográfica en la que se mostraba la construcción del alter ego de Moreno, Cantinflas, y su incursión en el cine de Hollywood con la premiada La Vuelta Al Mundo en Ochenta Días. El actor español Óscar Jaenada fue el encargado de meterse en la piel del mexicano, algo que no gustó demasiado a priori a la crítica, que no entendía como debía ser un español el que interpretase a su ídolo nacional. La respuesta del público, sin embargo, fue abrumadora, y la película fue todo un éxito en taquilla.