En estos tiempos de hiperinformación, donde los datos viajan a la velocidad de la luz de una punta al otra del mundo, la censura todavía sigue existiendo, y de una manera más intensa y cercana de cómo podríamos imaginar. Nos sorprendería ver cuantos juegos, películas o libros siguen siendo censurados hoy en día en muchos países, incluso en algunos del llamado “primer mundo”. Y es que la censura ha vuelto con más fuerza que nunca, ahora disfrazada de corrección política.
El mundo del videojuego ha tenido que enfrentarse a ella en no pocas ocasiones. A veces, por razones bastante claras. En otras, por auténticas ridiculeces. Todavía muchos defienden que jugar a juegos en donde se dispara a otros puede ser un germen para desarrollar la violencia. La presión de ciertos lobbies ha hecho que muchos juegos ni siquiera puedan ver la luz en algunos países, como vamos a comprobar a continuación, con algunos de los más populares que han sido censurados.
Pokemon Go
En el verano de 2016, Pokemon Go fue uno de los fenómenos más brutales que se recuerdan. La fiebre de ir cazando a estos pequeños animalitos por todo el mundo, encontrando pokeparadas, combatiendo en los gimnasios… hizo que todo el mundo se volviera loco, casi literalmente. El peligro de ir jugando al móvil por las calles pronto se entendió como algo evitable, así que algunos países prohibieron su lanzamiento, como Irán, por ejemplo. Otros también pusieron coto al juego, ya que podía suponer un auténtico riesgo para la seguridad vial. Pokemon Go sigue pudiéndose jugar en la mayoría del planeta, aunque la fiebre tras su lanzamiento pasó pronto, y ahora es un juego mucho más minoritario.
Grand Theft Auto
Siempre abonados a la polémica, Rockstar crearon hace ya mucho tiempo las primeras entregas de su saga más conocida, GTA. Ya desde aquellos primeros juegos la intención era clara: meternos en la piel de un delincuente, un auténtico antihéroe. Con la llegada del mundo abierto y los mejores gráficos, GTA se convirtió en el “enemigo” para muchos que veían en este juego una invitación al caos, la violencia y la destrucción. Algunas misiones eran bastante poco decorosas, eso está claro, pero cada jugador podía llevar el juego a su manera, y no era obligatorio ni incumplir la ley ni maltratar a nadie dentro del juego. Sin embargo, parece que la diversión estaba ahí, en poder hacer cualquier cosa que nos pudiéramos imaginar.
South Park
La irreverente serie televisiva creada por Troy Parker ha dado a luz varios videojuegos, gracias a su fama en todo el mundo. Por supuesto, estos tampoco se han mantenido ajenos a la polémica. El último de ellos, La Vara de la Verdad, prometía llevar todo lo que la serie ofrecía un paso más allá, y cumplió… Sin embargo, Ubisoft tuvo que cambiar algunas escenas del juego, breves, eso sí, para poder venderlo en su versión europea, africana y de Oriente Medio. Seguramente se habría vendido igualmente, pero con otra marca para la edad, y al fin y al cabo, el juego estaba pensado para jóvenes y adolescentes. Lo cierto es que la irreverencia de South Park no va más allá de decir algunos tacos y meterse con todo lo políticamente correcto.
Manhunt 2
De nuevo nos encontramos con un juego de Rockstar, que han sabido aprovechar como nadie el tema de la controversia y la polémica para vender sus obras. Manhunt 2 es de hecho uno de los juegos más violentos y crueles que se recuerdan, con escenas propias de una película gore. Tanto es así que en muchos países como Alemania, Nueva Zelanda o Irlanda el juego fue prohibido tajantemente. Reino Unido iba por el mismo camino, pero un cambio de última hora en el color de la sangre permitió a Manhunt 2 estar en las estanterías británicas. El hecho de que solo por cambiar el color ya pudiera jugarse dice mucho del nivel de censura o hipocresía que se seguía por parte del censor.
Leisure Suit Larry
Ya con el juego original, lanzado años antes, Larry dio mucho que hablar por su aparente machismo y lo políticamente incorrecto que era. Esta nueva versión, donde el protagonista es el sobrino de aquel juego original, siguió por el mismo camino. De hecho, Leisure Suit Larry ya contaba con un modo censurado para las escenas más subidas de tono, lo que le permitió aparecer en buena parte del mundo… pero no en Australia. En las Antípodas, los australianos se negaron a clasificar el juego, así que no pudo venderse en las tiendas. Lo cierto es que Larry no es un juego necesariamente provocador, aunque es cierto que hay actitudes propias del protagonista que huelen a rancio, sobre todo en sus relaciones con las mujeres.